No dudamos que Luisa haya amado a Samaranch, pero
además de amor, hubo otros afectos.
En las memorias que Luisa Sallent ha publicado, dice
“romper el pacto de silencio que tenía con Samaranch” y en una entrevista
realizada por la revista Lecturas a la pintora y escultora, podemos leer:
- No es una venganza, no quiero echar la culpa a nadie
(con respecto a sus memorias).
En psicoanálisis sabemos que la negación es una
suerte de afirmación, luego partiendo de la base de que la frase verdadera es:
“Es una venganza, quiero culpar a alguien”, seguimos:
- Cinco meses antes de su muerte (después de haber
convivido 18 años) Samaranch me pidió que nos casáramos… su hijo fue el
principal y acérrimo opositor a nuestra boda, el comportamiento de su hijo me
causó un enorme shock, adelgacé cinco kilos en un mes”
Esto es una depresión y en toda depresión, hay una
venganza. Díganme si esto no es una frase un poco hostil:
- A mí me enseñaba las joyas que le regalaba a ella.
Y me decía: “A ti no te compro joyas porque tú no tienes donde lucirlas”, pero
a mí como mujer también me hubiese gustado tener alguna.”
Y por último:
-Escribir sobre mi pasado ha sido para mí una terapia necesaria.
¿Y no sería mejor, estando deprimida,
psicoanalizarse, en lugar de airear secretos ajenos y propios públicamente?
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